El maestro Mauricio Ávila Villalobos es abogado y docente de la Facultad de Derecho de la UACH, de donde egresó hace algunos años. Es padre de 4 hijos; los últimos fueron trillizos, y aunque cuenta que fue muy complicado, hoy en día conforman una familia feliz.

Se ha caracterizado por ser un basquetbolista destacado a lo largo de su vida. Desde niño fue llamado a las distintas categorías de la selección nacional y entre 1992 y 1993, cuando tenía 12 años, fue distinguido con el Teporaca de Oro, reconocimiento a lo mejor del deporte del municipio.

Asegura tener grandes satisfacciones por haber jugado de forma profesional el deporte que le apasiona y habar sido considerado en su adolescencia como el mejor jugador de basquetbol del país.

Como docente, imparte las materias de Argumentación Jurídica, Derecho Procesal Mercantil y Seminario de Procesal Mercantil y comparte que tiene un estilo práctico con el que busca que sus alumnos aprendan el día a día y las situaciones que se viven fuera de las aulas.

“Es importante que los maestros no solo proveamos conocimientos académicos, la sociedad exige que nos preocupemos un poco más por la formación del ser humano, que tenga valores y que sean profesionistas que contribuyan con la población”.

Ávila Villalobos indicó que para él es importante que los alumnos aprendan a desempeñar los conocimientos adquiridos en la facultad, para que al egresar como litigantes, funcionarios judiciales o en el lugar en donde trabajen, tengan mayores oportunidades de trascender.

Reconoció que existen estudiantes muy destacados que están aprovechando la oportunidad de estar en la Facultad de Derecho y hay otros que no tienen la intención de trascender, sin embargo, dejó claro que es importante impulsar el deseo de superación en todos.

“Les comento todos los días que la época del estudiante es muy bonita, que la aprovechen, que la disfruten cada segundo porque ya no volverá y después vendrán otras obligaciones y responsabilidades muy distintas”.

En el ámbito familiar compartió que es padre de 4 hijos, el primero de ellos de nombre Mauricio, quien nació hace 10 años; luego buscaron a la niña y el médico les informó que su esposa contaba con un embarazo múltiple.

“Antes de darnos la noticia, el ginecólogo me pidió que me sentara, preguntó que si teníamos antecedentes de embarazos múltiples y efectivamente, tengo primos hermanos que son cuates. El médico me dijo en ese momento que nos felicitaba y que ya los habíamos superado, pues esperábamos a tres pequeños”.

Mauricio Ávila reconoció que ese momento fue complicado, que su esposa y él salieron del hospital sin asimilar la noticia que les acababan de dar; fue un embarazo difícil, de alto riesgo, pero meses después nacieron María Ana, Marcela y Mateo, quienes ahora son unos niños felices.

Además de la docencia, el maestro Mauricio Ávila Villalobos se desempeña como funcionario judicial en la rama civil.

Agregó que la Universidad Autónoma de Chihuahua se encuentra en un proceso de cambio, en el que se otorgan las oportunidades a las personas con las ganas de trascender, de compartir ideas y experiencias que ayuden a mejorar constantemente.